Atractivos Turísticos

Los cuadros que adornan la Capilla de Purmamarca, de autor anónimo y estilo alto peruano, narran episodios clave de la vida de Santa Rosa de Lima. Estos óleos, de notable valor artístico e histórico, fueron probablemente realizados por pintores de la Escuela Cusqueña en el siglo XVIII, un centro artístico de gran relevancia durante la época colonial. A continuación se detallan las principales escenas representadas en los cuadros: 

1. Rosa se corta el cabello En este óleo se muestra a Santa Rosa en su infancia, cuando, a la edad de cinco años, su hermano le hace creer que las cabelleras femeninas condenan a los hombres al infierno. Con el propósito de preservar su virginidad y su devoción religiosa, Rosa corta su largo cabello. El pintor la representa como una joven doncella, vestida lujosamente, ante la visión de Jesús. En sus manos sostiene unas grandes tijeras, simbolizando su decisión radical de consagrarse a Dios.
2. Rosa se disciplina En esta pintura, Santa Rosa es representada flagelándose en su celda como parte de su vida de penitencia y mortificación. Aparece con el torso desnudo y el cabello corto, arrodillada frente a su cama rudimentaria, formada por troncos y con una almohada de adobe, lo que refleja las austeras condiciones de su vida ascética. Esta imagen ilustra su dedicación al sacrificio físico como medio para alcanzar la santidad.
3. Aparición del Niño Jesús mientras la Santa borda En esta escena, el Niño Jesús se presenta ante Santa Rosa mientras ella borda en una tela. El Niño, con un libro en sus manos, se aparece para consolarla, mientras ella realiza su trabajo, creando un sol que contiene las siglas de Jesús. Este momento simboliza la devoción de la santa y su conexión espiritual con Cristo.

4. Jesús y Rosa caminan de la mano Este óleo muestra a Jesús y Santa Rosa caminando juntos de la mano, una representación simbólica de la estrecha relación de la santa con su Salvador. Jesús bendice a la Santa mientras caminan, mientras en el fondo se aprecia un paisaje de estilo flamenco, destacando la influencia artística europea en la pintura andina.
5. Rosa es atada por el demonio en forma de perro Aquí se muestra una escena dramática en la que el demonio, en forma de perro, ataca a Santa Rosa. El demonio es representado con ojos y boca destilando fuego, una clara alusión a las fuerzas del mal. Este óleo representa las tentaciones y las luchas espirituales que enfrentó la santa a lo largo de su vida.
6. Visión de la Virgen, del Niño y las rosas Durante un momento de oración, Santa Rosa es rodeada de rosas, mientras aparece la Virgen María con el Niño Jesús. En este pasaje, la Virgen recoge una rosa y le dice a Rosa: “Esa rosa eres tú, y de ella se encargará mi providencia.” A partir de ese momento, Santa Rosa se asocia con la rosa, un símbolo de pureza y dedicación. Este pasaje destaca la conexión espiritual de Rosa con la Virgen María y su vocación divina.
7. Rosa recoge agua surgida de la fuente En esta pintura, Santa Rosa es mostrada arrodillada en su humilde cabaña, sosteniendo un cuenco con el cual recoge agua milagrosamente proveniente de una roca. Este milagro es uno de los muchos atribuidos a Santa Rosa, quien, según las crónicas, fue conocida por sus capacidades de realizar prodigios y por su devoción hacia los más necesitados.
8. Un ángel le muestra el prado Esta obra es una de las más elaboradas de la serie. En ella, un ángel le muestra a Santa Rosa un prado lleno de lirios y rosas. La santa se prepara para tejer una guirnalda con estas flores, que simbolizan su pureza y devoción. Esta pintura refleja la relación especial entre la santa y el reino celestial, en el que los ángeles se convierten en sus guías espirituales.
9. Cantos de Rosa y el pájaro Una escena conmovedora que narra una de las anécdotas más entrañables de la vida de Santa Rosa. Durante las tardes de cuaresma, Rosa esperaba la visita de un pajarito que se posaba en un árbol cercano. Ella le decía: “Ruiseñor, alabemos al Señor”, y el ave comenzaba a cantar, alternando su canto con el de Rosa hasta las seis de la tarde, cuando partía. Este momento refleja la profunda conexión espiritual de Santa Rosa con la naturaleza y con Dios.
10. Muerte de Santa Rosa de Lima El último óleo de la serie muestra la muerte de Santa Rosa. Su cuerpo aparece levitando, rodeado de religiosos de su orden, lo que simboliza su ascensión al cielo. En primer plano se observa un caldero para las bendiciones, un símbolo de la santidad de su vida. Al morir, su imagen asciende al cielo, un momento que refuerza su canonización y su exaltación como santa. 

Estas pinturas, más que simples representaciones artísticas, constituyen una rica narración visual de la vida y los milagros de Santa Rosa de Lima. Además de su valor histórico y religioso, ofrecen una profunda reflexión sobre la vida de sacrificio, devoción y amor divino que caracterizó a la santa. Su presencia en la Capilla de Purmamarca constituye un testimonio de la importancia espiritual de Santa Rosa para la región y el continente. 

Otras Obras de la Capilla:  

1. Nuestra Señora de Cucharcas La historia de la Virgen de Cucharcas cuenta que Sebastián Quimiche, un nativo que se había curado milagrosamente de una mano, peregrinó desde el santuario de Copacabana (Bolivia) hasta el pueblo de Cucharcas en cumplimiento de una promesa. En su viaje, la imagen de la Virgen fue venerada por los pobladores de los lugares que visitaba. Desde entonces, la Virgen es conocida como la Virgen Peregrina. En la pintura, la Virgen se representa bajo un baldaquino, acompañada de San Antonio de Padua y San José. A los lados de la pintura se narran escenas ingenuas de los peregrinos descendiendo de los cerros hacia el santuario, en un paisaje que mezcla un campamento indígena y canoas en el Lago Titicaca, y un convento en el otro lado. Esta obra refleja el estilo popular y la visión religiosa local del siglo XVIII.
2. Inmaculada Concepción La Virgen María es representada de pie sobre un nimbo de nubes, rodeada de símbolos que aluden a su pureza inmaculada. Lleva una corona y está en actitud orante. Esta obra, de refinado estilo y excelente factura, fue realizada en el Alto Perú en el siglo XVIII. La imagen de la Inmaculada Concepción, como símbolo de la pureza virginal de María, es central en la devoción católica.
3. La Piedad En esta pintura de estilo Barroco Español, María sostiene en su regazo el cuerpo muerto de Jesús, mientras la cruz se encuentra al fondo, con el paño con el que cubrieron el cuerpo de Cristo colgando de ella. A los pies de María se observan los instrumentos de la pasión, como la corona de espinas y los clavos. Esta obra fue realizada en el Cusco en el siglo XVIII, y refleja el profundo dolor de la Madre al contemplar la muerte de su hijo.

La Iconografía de la Capilla de Purmamarca En la Capilla de Purmamarca se puede apreciar claramente dos tipologías de la pintura cusqueña: por un lado, la  serie de la vida de Santa Rosa y la Virgen de Cucharcas, que representan imágenes simples e ingenuas propias del primer período de la Escuela Cusqueña; y por otro, la representación de La Inmaculada Concepción y La Piedad, que evidencian la influencia de estilos europeos más refinados. Estas obras, que combinan lo local y lo europeo, reflejan la transición artística y cultural del Alto Perú en el siglo XVIII.